26 siglos de tradición vinícola
En el Pays d’Oc, el hombre y la vid son testigos de una de las historias más ricas de la tradición vitivinícola. Desde hace 26 siglos, el Pays d’Oc vive al ritmo de los intercambios comerciales y culturales de la cuenca mediterránea.
Los griegos, y luego los romanos, explotaron rápidamente el fabuloso potencial de esta tierra y establecieron un viñedo sobre el que escribieron Plinio el Viejo y Estrabón en el siglo I. La antigua calzada “Voie Domitienne” recorre el viñedo del Pays d’Oc a lo largo de más de 200 km y es testigo de la implantación de la viña y la difusión del vino por todo el Imperio Romano. Antes de la Revolución francesa, los vinos del Pays d’Oc se servían en la mesa de los reyes de Francia. El desarrollo de los mercados con el norte de Europa permitió nuevos intercambios. Bajo el reinado del Rey Sol Luis XIV, Paul Riquet construyó el Canal du Midi (del Mediodía), que comunicaba el Mediterráneo con el Atlántico. Esta obra, hoy Patrimonio Mundial de la UNESCO, abrió una importante ventana para los vinos del Languedoc y del Rosellón hacia el Mar del Norte. La demanda creció rápidamente y las viñas de las laderas bajaron a la llanura. En las décadas de 1970 y 1980, la apertura y las exigencias del mercado internacional llevaron a los viticultores a reestructurar sus viñedos. La orientación hacia los vinos varietales en Languedoc-Rosellón, impulsada por el viticultor Jacques Gravegeal y el dinámico director de empresa Robert Skalli, refleja la ilustración de un acuerdo fructífero entre producción y comercio. La viticultura del Lenguadoc encontró un mercado innovador e internacional con la creación de un nuevo segmento en 1987: la marca “Vin de Pays d’Oc”, que se convirtió en “Pays d’Oc Indication Géographique Protégée” en 2009.